Cuando hablamos de eficiencia energética debemos entender su verdadero valor, para conocer cuáles son los beneficios que podemos obtener si decidimos incorporarla a nuestra vida.

¿Qué podemos entender por eficiencia?

La eficiencia consiste en emplear el menor número de recursos posibles para obtener el máximo resultado. Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de eficiencia en términos de energía? Podemos definir la eficiencia energética como el empleo de la menor cantidad de energía posible para satisfacer nuestras necesidades.

¿Qué beneficios aporta?

La eficiencia energética tiene muchos beneficios para aquellos que deciden incorporarla en su día a día. A continuación, te contamos algunos de ellos.

• Ahorros: al reducir el consumo de energía y modificar tus hábitos de consumo a las horas en las cuales hay más energía renovable o menor demanda energética, puedes ahorrar significativamente.
• Contribución al bienestar social: gracias al consumo eficiente y consciente, se puede reducir el derroche de energía y la contaminación que provocan los gases de tipo invernadero que genera cada electrón producido y consumido.
• Mejora de la salud: ligado al beneficio anterior, cada partícula de energía que ahorramos contribuye de manera directa a mejorar nuestra salud, respirando un aire más limpio, y la de nuestro planeta.
• Disminuye la dependencia: autonomía del mercado de combustibles fósiles y de una red eléctrica costosa e ineficiente.

La implantación de un modelo de eficiencia energética, ¿supone un coste elevado?

La eficiencia energética, mediante la generación de energía a través de fuentes renovables en tu propio tejado, puede mejorarse con inversiones económicas que tienen retornos muy atractivos, gracias a la reducción de las facturas de energía.

¿Cómo puedes conseguir que tu vivienda sea eficiente energéticamente?

Existen diferentes acciones que nos permiten reducir el consumo de energía en nuestro hogar. Te presentamos algunas de ellas.

• Revisa el aislamiento: según una serie de estudios recientes, los expertos aseguran que el 65% de la energía de los hogares se pierde si la vivienda no está aislada correctamente, por lo que es importante revisar el estado de las ventanas, fachadas y tejados para garantizar el aislamiento y reducir la energía que se pierde. El coste de estas modificaciones puede parecer una inversión elevada, pero el retorno es muy pronto y mucho mejor que cualquier inversión que puedas realizar en el mercado.
• Chequea tus electrodomésticos: los electrodomésticos de nueva generación están diseñados para que realicen sus funciones consumiendo un porcentaje considerablemente menor de energía. Para garantizar este ahorro, deberemos fijarnos en las certificaciones (etiquetas marcadas con A++, A+, A, B, C, etc.) que nos indican el nivel de consumo de estos electrodomésticos.
• Cuidado con los aparatos electrónicos: con frecuencia nos dejamos los aparatos electrónicos sin apagar por completo (se dejan en stand-by) y esto es un error. Apagar la televisión, el ordenador, o desconectar los cargadores de los móviles cuando no los estemos utilizando, puede ser de gran beneficio.

¿Qué es el certificado de eficiencia energética de una vivienda?

El certificado de eficiencia energética verifica la conformidad de la calificación de eficiencia energética de un edificio. Si bien es cierto que no podemos definir con exactitud la variación del gasto anual de una vivienda dependiendo de la calificación, a continuación te mostramos un ejemplo de la variación del gasto anual entre las calificaciones existentes.

Tabla de clasificación de las clases de eficiencia energética:

Para la clasificación de eficiencia energética de una vivienda, además de la letra de clasificación, tiene que acompañarse de un informe donde se propongan mejoras a implementar para consumir menos en suministros. O lo que es lo mismo, reducir la dependencia energética.

Esta clasificación también se emplea en el etiquetado de los electrodomésticos, indicando el consumo de kWh/anuales. A mayor eficiencia energética, menor consumo o gasto de luz.

Cómo se consigue la calificación energética A en un inmueble

Si quieres llegar a la máxima calificación energética, tendrás que dar un paso adelante y contemplar los siguientes cambios:

1. Tener ventanas herméticas con doble acristalamiento. El objetivo es dejar entrar la luz y el calor del sol, pero evitar el frío y la humedad del exterior.
2. Optar por electrodomésticos y equipos de bajo consumo con calificaciones A+ y superiores.
3. Cambiar a bombillas LED de menor consumo
4. Utilizar calderas de biomasa. Son más eficientes y emiten menos CO₂.
5. Aislar térmicamente las paredes, suelos y techos, para evitar que escape el calor.
6. Optimizar los sistemas de calefacción y refrigeración, por ejemplo, utilizando el suelo radiante.

Para realizar la transición energética hacia un mundo sostenible debemos trabajar juntos. Solo de esta manera conseguiremos que las viviendas, oficinas, locales e industria sean más eficientes energéticamente.