El sistema eléctrico de España es un entramado complejo que permite la generación, distribución y consumo de energía eléctrica en todo el país. En este artículo, explicaremos en detalle el proceso que se lleva a cabo desde la generación de la energía hasta llegar al consumidor final, destacando los actores principales involucrados en cada etapa y el papel que desempeñan. También analizaremos el funcionamiento del mercado eléctrico y cómo influye en la oferta y demanda de energía en España.

Generación de energía en el sistema eléctrico español

El primer eslabón en la cadena del sistema eléctrico es la generación de energía. En España, la generación de electricidad se realiza mediante diversas fuentes, como centrales térmicas, nucleares, hidroeléctricas, eólicas y solares. Estos generadores son los encargados de producir la electricidad a partir de recursos naturales o procesos tecnológicos.

Los generadores, ya sean empresas o entidades públicas, tienen características y capacidades diferentes, lo que contribuye a diversificar la matriz energética y garantizar un suministro estable y sostenible.

Hoy en día, la generación en España proviene de diversos orígenes:

• Renovables: eólica, hidráulica, solar fotovoltaica, solar térmica, hidroeólica y otras renovables. Representa alrededor del 50,8 % del mix eléctrico para el 2023.
• No renovables: nuclear, ciclo combinado, cogeneración, turbinación, bombeo, carbón, motores diesel, turbina de vapor, residuos no renovables, turbina de gas. Representa alrededor del 49,2 % del mix eléctrico para el 2023.

Transporte y distribución en el sistema eléctrico español

Una vez generada la electricidad, esta debe ser transportada y distribuida a través de la red eléctrica. Las redes de transporte son gestionadas por la empresa estatal Red Eléctrica de España (REE) que es la responsable de la gestión y el mantenimiento de la red de transporte de electricidad en España. Esto incluye las líneas de alta tensión y las subestaciones que permiten la transmisión de electricidad a larga distancia.

La empresa se encarga de su ampliación, operación y mantenimiento para garantizar la fiabilidad y la eficiencia de la red de transporte. Aparte de esto, REE tiene la responsabilidad de la planificación y desarrollo de la infraestructura necesaria para el sistema eléctrico, la coordinación con otros sistemas eléctricos y la supervisión y control en tiempo real el equilibrio entre la generación y demanda de electricidad.

El transporte de la electricidad se realiza a través de grandes líneas de alta tensión que conectan las centrales generadoras con los centros de consumo. La red de transporte garantiza la estabilidad y seguridad del suministro a nivel nacional.

Por otro lado, las empresas distribuidoras son responsables de llevar la electricidad desde la red de transporte hasta los hogares, empresas e industrias. Estas compañías operan y mantienen la red de distribución de baja y media tensión, asegurando que la electricidad llegue de manera eficiente y segura a los puntos de consumo. Estas también se encargan de comunicar a las comercializadoras sobre los consumos de los puntos de suministro a quienes le transportan la energía eléctrica, para que los mismos puedan posteriormente realizar los procesos de facturación.

Comercialización y mercado eléctrico español

El mercado eléctrico lleva a cabo el intercambio de energía entre los generadores y los comercializadores, quienes actúan como intermediarios entre los productores y los consumidores finales.

Se encuentra regulado por el OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Energía), que es la entidad encargada de gestionar el mercado mayorista de la electricidad en la península ibérica, que abarca tanto España como Portugal. Su función principal es facilitar la compraventa de energía eléctrica entre los agentes del mercado, asegurando la eficiencia y transparencia en las transacciones.

Dentro del mercado eléctrico español, los comercializadores, también conocidos como comercializadoras eléctricas, son empresas encargadas de adquirir la energía a los generadores y ofrecerla a los consumidores a través de contratos de suministro. Estas empresas compiten en el mercado para ofrecer tarifas y condiciones atractivas. Algunas de ellas, ofrecen a los consumidores la garantía de que la energía por la que pagan se ha generado en a través de fuentes renovables. Aunque no les llega directamente esa energía, a través del certificado GDO (Garantía de Origen), se acredita que la electricidad ha sido generada en un punto de generación aprovechando las diferentes opciones que ofrecen las fuentes renovables.

El mercado eléctrico se rige por la oferta y demanda de energía. Los generadores ofertan su electricidad en función de su capacidad de producción y los costes asociados. Los comercializadores, a su vez, compran la energía en el mercado mayorista, pagan a REE y a las distribuidoras por el transporte y distribución de la energía para posteriormente venderla a los consumidores finales a través de contratos.