8 marzo 2022

Desde el verano de 2021 el precio medio de la luz no ha dejado de incrementar, provocando que este, alcance constantemente precios nunca vistos en la historia de España. Según el OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Energía), durante los últimos 20 años el precio medio mensual del MW/h rondaba entre los 28€/MWh (2004) y los 57€/MWh (2018). Nada que ver con los precios que nos encontramos a partir del verano del año 2021, donde el precio medio mensual ronda entre los 83€/MWh y los 700€/MWh alcanzando así nuevos máximos históricos.

Para entender mejor, porque los precios siguen incrementando, debemos entender cómo funciona el mercado mayorista de la luz.
En primer lugar, debemos tener claro que el mercado, operado por OMIE, es un mercado marginalista en el que el precio se establece en base a la demanda y el suministro (oferta) de energía en España. Pero… ¿Qué es un mercado marginalista? En un mercado marginalista, el precio se determina en base a la energía producida por los diferentes productores de electricidad, y a la demanda generada por los consumidores, es decir, la gente. En los mercados marginalistas, y, por tanto, en el mercado eléctrico, la oferta se ordena en base a los precios proporcionados por los productores, el más barato entra a producir primero y el más caro el último, hasta suplir con la demanda energética del momento (este orden se denomina como “orden de mérito”). No obstante, el precio al que se paga a todos los productores es al que ha ofertado el último productor que ha terminado de cubrir la demanda energética, y este es el que marca el precio del mercado en ese momento.

Dentro del orden de mérito, los productores de energías renovables (solar, eólica, hidroeléctrica, y biomasa) ocupan las primeras posiciones debido a que su coste marginal es casi cero, gracias a que no requiere de combustibles cuyo coste es elevado (los combustibles de estos nos los da la naturaleza de gratis). A los productores de energías renovables les siguen las centrales nucleares debido a su bajo coste de producción unitario y luego las centrales de combustibles fósiles, que varían dependiendo del coste de cada combustible en ese momento.

Pongamos un ejemplo, supongamos que, en estos momentos, se están consumiendo 40 gigavatios (GW) y las renovables están produciendo 25 GW, mientras que las centrales nucleares están produciendo 10 GW, en este caso faltarían 5 GW por suplir, para que todos en España tengamos luz. Por otro lado, supongamos que las productoras de gas natural tienen un coste de producción unitario de €100/MWh (los más caros de los que hemos mencionado y por ende la última en el orden de mérito) y están produciendo los 5 GW que faltan por suplir al sistema para cumplir con el consumo nacional. En este caso, el coste de la luz en el mercado mayorista será en ese momento de €100/MWh, marcado por esa última central de gas natural que ha aportado los últimos megavatios (MW) que faltaban para soportar la demanda nacional.

Ahora, ¿por qué los costes de la luz están tan altos? Algunos de los motivos principales son; la subida de precios del gas natural, y los derechos de emitir dióxido de carbono (CO2), dado el esfuerzo de Europa a seguir descarbonizando el sector.
El Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) de la Unión Europea es un sistema mediante el cual se han establecido límites fijos de emisiones de CO2 al sector energético, buscando expandirlo a otros sectores en el futuro. Como consecuencia, los generadores tradicionales requieren del uso o compra de créditos de carbono para facilitar la generación, lo que incrementa el coste marginal de producción. Por tanto, mientras más dependiente sea la matriz energética del país de las energías tradicionales, más incrementará el precio de la electricidad para el consumidor final.

¿Por qué la guerra en Ucrania causa que los precios incrementen de esta manera? Entendiendo esto, está claro que el precio de la electricidad estará pegado al precio del gas natural, que en estos momentos debido a las relaciones entre el mayor suministrador de gas, Rusia, y la Unión Europea, al estar tan precaria, pues el precio escala a valores que no tienen ni sentido ni precedentes.

Y…¿Qué podemos hacer al respecto como consumidores? Podemos seguir la tendencia que marcan Europa y las Naciones Unidas, de movilizar el sector hacia la descentralización, promoviendo el autoconsumo para que la gente dependa menos de un sistema eléctrico con unos costes asociados tan elevados. Es el momento de tomar control de tus gastos reduciendo tu dependencia de un sector con tantas dependencias macroeconómicas. Las tecnologías existentes nos permiten, como comunidades, generar y gestionar nuestra propia electricidad. A todo esto nos preguntamos, ¿por qué seguir dependiendo tan intensamente de las acciones y decisiones de algo que está tan fuera de nuestras manos? Concluyendo, ahora que ya sabemos los motivos por los que el precio de la luz se ha incrementado exponencialmente durante los últimos años, debemos recalcar que cuanto mayor sea el coste de producción de las centrales eléctricas, mayor será el retorno de la inversión de la instalación solar fotovoltaica de tu tejado. Esto nunca ha sido un secreto, y es por eso que en estos momentos los proyectos de autoconsumo solar proporcionan uno de los retornos de inversión más altos de la historia, gracias al bajo coste de las placas solares y el alto coste la luz de la red.
Si te ha gustado este artículo y quieres saber más sobre el sector, te recomendamos que visites la página del OMIE, donde podrás consultar los precios de la luz en el mercado mayoritario y así ver cuando es el mejor momento para invertir en tu propia planta solar. Además, no dudes en llamarnos para cualquier consulta o duda que puedas tener.